lunes, 28 de julio de 2008

Contradictorio

Yo no te quiero,
pues si te profesara eso,
te besaría como lo hago
cuando vamos a los cines
y que bajo la cavidad del proyector
que provoca una visión espacial
te declarara a murmullos
la delicia de tus labios.

Si yo te amara,
no regresaría a ti
atraído por tu aroma
a mujer de barro bien mezclado,
como las ocasiones en que
mis piernas llegan a planear mis pasos.

Es que te adoro,
pero tus pies bien definidos,
tus dedos finos
como boina de lana y tal vez deshilada,
me dejan agotados los cabellos
cuando hacen el amor.

Si yo fuera por ti,
mi virginidad
que asemejaba más un pontificado eterno
no se hubiera evaporado
bajo el dominio de tu sexo.

Yo que soy tuyo
cuando no lo deseo,
pues me encantas con tu vaho
detrás de la oreja
y me pones la piel de gallo en día de siembra.

Porqué me haces todo esto,
si no me gusta tanto

como sólo estar contigo.


César Palomares