miércoles, 15 de abril de 2009

Alas

Quién espera alas grandes de cera
para levantar el vuelo a la cima de la montaña atómica,
resguardando la ventisca en el plumaje calcinado
que ha de promover las llamas de un infierno cautivante.

Puede ser que el ser en tanto ser sea,
pero si no es, será para serenar las mañanas neblinosas
esparciendo a viento de alas matutinas,
las caricias que propinan un golpe de estado.

Y aunque llenas,
mis alas tienen un sitio para tus formas titánicas,
respaldando tu deuda con las multinacionales divinas.

Quién te quiso las alas al punto de hurtarlas,
y en momentos públicos lucirlas a medio esplendor,
sin saber que el plumaje era de la serpiente.


César Palomares