jueves, 17 de abril de 2008

Y aquí vienes...

Y aquí vienes como siempre,
Encantada de las uñas,
Pacificando la pureza que debería pero no es,
Controlando el fin de los montes urbanos,
Creciendo y creciendo más
Hacía no sé a qué lado de la hierba,
Pues miras para ambos con exactitud egipcia.

Hoy, la mañana del apocalipsis se torna tranquila,
Y las aves se hunden en otras aves
Para formar estelas que no brillan con cualquiera,
No son rameras míticas que busquen asesinar.

Y ahí tú de nuevo,
Intentando localizar tu punto de partida
Que no es más que una señal extraña de migajas de pan
De antiguos hombres que alimentan a las quimeras.
Es que la mañana es graciosa pues me recuerda los sueños
De aves y tus lunares conviviendo.

César Palomares