jueves, 17 de abril de 2008

Eterno resplandor.

Una mente puede rememorar acciones,
pasajes bíblicos o de un día de campo,
largarse, huirse hasta lo profundo de su bosque
y perderse entre reminiscencias de poca gracia.

Cuando se camina entre piedras de rio,
el dolor no va más allá de una o dos lágrimas,
la vida no trasciende si vas haciendo maravillas,
hay cielo sin Dios.

A veces quisiera ser trompa de elefante,
o un gran monstruo detrás de la hierba.
Mirar y escuchar el viento de las olas
que me piden les advierta la tormenta.

Vivir en el polo norte o el sur, o el polo de un imán
qué sé yo sobre donde quiero estar,
pues sólo quiero estar,
caminar, estar,
donde quiera que me indiquen las marchas forzadas,
imitando la sobria caminata entre un mar.
Forzar las actitudes de pólvora con algo,
con una cosa que desconozco y quiero que así siga
pues no hay mayor saber en probar una manzana.

Sin más hay menos,sin menos, hay nada.


César Palomares