jueves, 17 de abril de 2008

La noche.

No conozco una noche vulgar
que irrite con su calor de temporada,
ni que se deforme al primer hervor.

Amo la noche estrellada que se refleja en tu rostro
y no se mueve hasta nunca,
ni cuando una catástrofe como mis besos
la hace tiritar de tristeza.

¿Por qué la noche llega con esa presencia de estrellas

como velas sopladas por una ventisca banal?
¿Por qué la noche no engaña con esa oscura apariencia?
¿Por qué la noche es oscura y a veces dura siempre?
¿Por qué la noche huele a tu presencia en tiempos sexuales?

Me encanta la noche;
grabo sus colores, olores, sabores y sonidos.
en la noche amas y el amor no te deslumbra,

la noche será siempre el escudo de los amantes.

César Palomares