Estoy por las tardes nubladas y lluviosas,
Por los vientos helados que cruzan mis orejas curiosas,
Tal vez si acaso por el olor de tus ropas desorientadas.
¿Y tú?
¿Haces algo o estas para algo?
¿Miras y tu visión se desvanece apenas llegar a una hierba mala?
¿Quién es tu juez y quién interpone un amparo para salvarte?
No soy de ti ni un ápice,
Me formaron las olas resentidas con la gravedad,
Un huracán degradado a viento en un lugar cualquiera.
Lamento decirte que tus labios perdidos no dan dirección,
No son ni confiables en días de mentir.
¿Entonces que tienes?
Mujer ¿Qué tienes?
César Palomares