sábado, 3 de noviembre de 2007

Pienso en la libertad de un circo.

Pienso en la libertad de un circo,
Entre carpas bicolores y no sé si hay mejor escondite.
Pienso en eso y después en lo otro,
Pero lo otro no sé como describirlo,
Si por los colores, olores, o simplemente alegorías.

Creo que las pisadas de un niño deberían fosilizarse,
Pues de adulto serán los recuerdos que mermen su madurez.

Me siento y veo mi derredor plagado de frutos humanos,
Muchos por aquí y hasta cerca de la sombra,
Caminan y no dan señal de cansancio,
Gritan hasta la delgadez de las cuerdas,
Corren, balbucean sus himnos, sus códigos pueriles.

Creo que mis manos, deberían cometer un crimen,
Uno simple, no quiero complicarme la existencia,
Tal vez andar sobre mis manos en la vía pública,
O ensuciármelas con la grasa de los tacos.

Sólo creo que debo descansar
En mi cama o en el pasto del patio trasero,

Pero quiero dormir hasta mañana.

César Palomares