no es una declaración de guerra con otros labios,
ni la unificación a una nación sentimental,
quiero quede claro que mi color rojizo no simboliza tu labial
o que te haya lastimado al morderte un labio,
es simplemente la extensión de mis mejillas sonrojadas
por algo que hicimos a pasión mía y que sobró la tuya.
Ésta que ya venía de viento atrás
llegó hoy, como si todo,
como si Dios viniera a tu suerte y te dijera el secreto
o si la vida tiene sentido,
o si él es en verdad Dios,
o sólo corazones rotos.
El fin es tenerte en mi vida,
pues es mejor si tus pies están con los míos,
o si estamos partiendo sandías.
Hoy, bajo la conspiración de besos de todas las naciones,
te digo que muero de ningún infarto
pero sí cuando no te veo y conspiras para mi vida.
César Palomares