sábado, 1 de diciembre de 2007

A veces.

A veces la curiosidad hiere de muerte,
O simplemente hiere el cabello.
A veces las olas recienten la fuerza de la luna,
Algunas otras están calmadas, como estáticas.
La simplicidad de las cosas amerita morir de tristeza,
O definir la profundidad grisácea de los ojos.
A veces, o no sé si siempre, las noches parecen casas de mentiras
Que se desvanecen hasta mirarlas de cerca,
Sin tocarlas, no hay necesidad de contemplarlas,
Olerlas y después enterrarlas.
La esencia de esto y lo otro esta en las manos,
No mis manos, ni tus manos hartas de cualquier cosa,
Sino otras, de esas que se pintan en momentos inesperados,
De locura, de pasión y de odio.
A veces, la cercanía de la materia pende de un espacio,
Pero a veces, sólo a veces, cuando el espacio esta bien definido,
Es entonces que todo y un poco y mis dedos,
No son nada.


César Palomares