sábado, 1 de diciembre de 2007

El ser y la nada.

El ser, es el proyecto resultante de las horas,
De los pasos dados en círculo o sin sentido,
En momentos del día domingo y
Tal vez algunas horas del día siguiente.
El ser elige entre evolucionar o revolucionarse,
Llorar, usar sus manos y tocar la brisa del mar.
Pero puede perderse en un momento
Y no saberse de él,
Divergir como río naciente por las calles de un pueblo,
O sudar a gotas y puede que hasta riachuelos,
Y así, irse difuminando de las vistas de las grandes ciudades,
Hasta llegar a esparcirse,
Entonces es como si nunca hubiese existido,
No, ni un ápice, ni átomo alguno que pueda ser identificado.
Es de ésta forma y no de otra más compleja que llega a ser la nada,
Pero la nada no es el éter,
Un espacio vacío sin uso predestinado tampoco.
La nada es el desprendimiento de alma y cuerpo,
La huida para ser ciudadano de ningún lugar,
Ni Dios se escapa de la nada cuando no tiene hijo a quien ordenar.
El ser y la nada son un animal simbiótico,
De múltiples estatuas incesantemente construyéndose
Siguiéndose infinitamente del bien al mal.


César Palomares