sábado, 20 de octubre de 2007

8

Regresó a su casa y se echó sobre su cama a llorar, cubrió todo su cuerpo con las sábanas y estuvo llorando toda la noche, mientras murmuraba que no regresaría a aquel lugar. Todos los días lo contemplaba desde una distancia prudente, pero no podía evitar que sus ojos se humedecieran.