sábado, 20 de octubre de 2007

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El muchacho estaba sorprendido, tanto que sólo atino a preguntarle su nombre; soy estrella y así me llaman –dijo ella– puedo llamarte Kary –dijo Cess- así llamo a éste pequeño lugar –le explicó, la estrella sonriendo asintió a la pregunta. Conversaron casi el resto de la noche pero cuando Kary sintió próximo el amanecer dijo: cuando la claridad del universo esté sobre el mar, desapareceré y regresaré de donde vine; pero te visitaré cada noche y platicaremos. Cuando los rayos del sol aparecieron, la estrella empezó a desvanecerse, no sin despedirse.A la noche siguiente se reencontraron y ella lo llevó a dar un paseo por el universo, montaron estrellas fugaces, y dieron vueltas sobre los anillos de un pequeño planeta, él también le mostraba su mundo. Cada encuentro estaba lleno de sorpresas, eran muy felices, así pasaron mucho tiempo.