jueves, 30 de octubre de 2008

Bajo la noche

Bajo la noche que hiere con su oscura presencia
dicto veredictos incapaces de atrofias sentimentales
hago y veo que pasa nada,
mientras los sellos actúan en la faz de mi tierra
donde están enterrados mis dedos
que comienzan a echar raíces.

El alma del viento acarrea aires de tristeza,
cuando las manadas de huracanes
traen consigo la impertinente vida eterna.

El espíritu que hace jardines
jardines de guerras frías,
profundiza harto en la honda herida
que provoca la esencia del día lunes
y que la fuente de lo imposible recrea.

Bajo la noche que hiere con su oscura presencia
y entre la sentencia del juez ambulante,
la vida peligrosa se encuentra de nuevo

César Palomares