viernes, 1 de junio de 2007

Cuatro momentos de fin a inicio.

4
Tanto te amo,
Te amo cuando enfermas y te velan mis ojos,
Cuando lloras y mis labios besan tus lágrimas,
Te amo porque también me amas
3
Escribí en mi pecho: ama,
Y todo de mi busco amor,
Hasta que en la orilla del cielo
Emergiste y entraste en mi corazón
2
Haré un hechizo y lo verteré en ti,
Caerás entre mis brazos y
Cuando despiertes,
No existirá alguien más que yo,
Y me necesitarás hasta tu último aliento
1
Quién me creerá que existas
Si en ningún tiempo se han visto
Ojos tan hermosos como los tuyos,
Si el sol los viese,
Celoso estaría de su presencia.

Amo pedirte un beso.

Amo pedirte un beso,
Y que percibas que muero por uno de ellos,
Amo hablar contigo por horas,
Y no te harten mis palabras tontas.

Amo abrazarte apasionadamente,
Mientras acaricias mi cabello,
Amo caminar a tu lado,
Y que me tomes de la mano.

Amo que me mires,
Que toques mi rostro,
Amo que creas en dios,
Pero aún más que confíes en ti misma.

(Amo que me ames,
Por eres vida en mi vida.)

Amo haberme convertido en un insensato,
Y sepas que tú eres la razón.

Amo extrañarte en las noches frías,
Tu imagen calienta mi alma,
mientras tus brazos llegan para cubrirme.

Amo escucharte querida mía
Cuando me llaman tus labios dulces y rosados.

Amo que estés conmigo,
Que seas mis ojos, mis labios, mis oídos,
La pasión que emerge de mis sentidos.

Amo el día que te conocí,
Porque desde entonces te amo.

A la tristeza.

La tristeza es buena en compañía,
Nunca la pruebes en la soledad,
Podrías caer dormido profundo,
Y cuando despiertes,
La resaca será devastadora.

Recuerda dormir en paz con ella,
Mejorará tu vida,
Y estará para cuando la necesites,
No te molesta cuando quieres llorar,
Paradójicamente,
Espanta al gato que merodea por tu regazo,
En busca de felicidad.

Camino sin la misma gracia de ayer.

Camino sin la misma gracia de ayer,
Mis zapatos están agotados y no les doy descanso,
Me cansa caminar de estomago,
Mis cabellos también estas exhaustos,
Han cumplido su misión pero están ya calcinados,
Pienso utilizarlos de tiza y dibujarme una cama de aire,
Con almohadones rellenados con mi hambre y locura.

Estoy tan cansado de caminar,
Este camino se ha vuelto cíclico y color de llanto,
El cielo parece de concreto, uno muy resistente,
Uno que no permite la entrada de aires de felicidad.

Y es cuando veo que estoy cansado de la vida,
Necesito cegarme de mariposas y luces en las calles.
Ya no quiero los entierros de ideales,
Ni las flores de sueños marchitas por descuido.

En la próxima vida ya no querré vivir de espinas,
De collares de uñas de aves melancólicas,
Hasta me cansa pensar en otra vida.

Por qué he de amarte.

Por qué he de amarte,
Tienes los ojos falsos de un gato nocturno,
Tu cabello huele a madre que amamanta a su hijo,
Tus labios rosados mienten porque son azules.

Aún me pregunto por qué he de amarte,
Si tus orejas parecen hechas de problemas vanos,
De esos donde la respuesta es si o no,
Mírate los dedos, parecen cuchillas afiladas,
Listas para no cometer un crimen,
Pero tampoco para prepararme una cena.


Parece que nada cambia y no creo que lo haga,
Tú eres la misma mujer y yo,

Yo el hombre que se pregunte: ¿por qué he de amarte?

Ven y escóndete.

Ven y escóndete,
Noche que no sabe admirar su brillo,
Relaja tu viento de boca,
Hazlo que repose infinito por las mañanas
Y al atardecer vierte tu locura.

Camina y tómate de la mano,
Huye ahí, donde te pierdes de humor
En el mar de los humores.

Distan tus ojos de tu sexo,
Cosas que no saben como hablarse y,
Dista tu muerte y mi vida,
Momentos incapaces de mirarse.