martes, 23 de diciembre de 2008

Cerca del cielo

Vi que los ríos de gentes te llevaban entre sus ojos,
vi que ahí ibas despojándote de ti misma,
deshaciéndote en lágrimas y pequeños lamentos,
venida del lugar donde llovía todo el tiempo
sin acostumbrarte al salitre de la humedad.

¿Recuerdas el día en que me iré de la vida?
Fue aquella tarde donde los adivinos de alguna alameda
Me dijeron que la brisa en el rostro sugiere la frescura perpetua,
donde uno dispone de nuevas mañanas,
pero habrá una mañana en que te dé alcance la humedad
y tendrás que fugarte al sitio del sol sempiterno
y un hoyo negro engullirá tu sol y,
ni las cenizas de un vieja hoguera te harán renacer.

Y ahí estaremos los dos,
tendidos bajo todos los estados de tiempo
esperando el encantado de las actitudes surrealistas
esperando llegar –tal vez lo logremos-
cerca del cielo, amor,cerca de un cielo.



César Palomares